En el momento que sentí la pena y vi la gente pasar viviendo sus vidas y yo anclada, sin nada que decir. Cuando es más que dolor y perdes la fuerza del corazón. Cuando te rendís y los ves pasar haciendo lo que siempre, buscando lo que siempre y vos varada ahí mirándolos pasar, pensando si dentro siente algo igual que yo. Cuando ves las estrellas, cientos de luces brillantes que te miran, y me pregunté que esperan de mi? correr y admitir que soy una pelotuda y me imaginaba la noche de otra manera. Con el celular en el oído escuchando canciones, las pruebas necesarias para decir: te lo dije, ibas a terminar así. Y mientras lo pensaba, lo miraba, y me atravesaban mil cuchillos al alma, el frío que me arrebataba la ilusión de verlo llegar pidiendome un abrazo. Y fue una noche más llena de magia blanca, otra oportunidad, donde el dolor descansa. Cuando te queres ir del mundo por esas 4 horas, pero aunque cierres los ojos estas ahí, sintiendolo todo, viviendolo todo, con ganas de estar en casa.
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