domingo, 24 de julio de 2011

Soñar no cuesta nada

Cuando viaje a estados unidos me di cuenta que uno se acostumbra a cada lugar que va y no solo lugar si no cada paso de la vida. Pasan segundos y ya estas familiarisado con el lugar, como si ya lo conocieras, o porque simplemente le encontraste algo en común con tu personalidad, sientes que encajas perfectamente. 
Las cosas nunca cambian, tienden a tener otro significado, las cosas te engañan practicamente no crees averla visto pero algo en tu mente te dice que si, un recuerdo guardado. En tu juego tu pones las reglas, solo tu debes saber donde estas parado. Tenemos un sexto sentido para cada simple cosa, hacemos cosas que ni sabemos que las hacemos, podemos ser cosas que ni sabemos que somos. Con un simple, minusculo paso cambiamos el mundo y es de humano no darse cuenta. 
Me imagino mi departamento en New York City con cuadros de Buenos Aires, un escritorio con una Mac, tener un perro y llevarlo a pasear por Central Park, caminar por las pequeñas calles, a cada lado que vallas cruzarte con algún famoso. Salir a pasear por la ciudad observando cada simple detalle, ir a las tiendas de discos viejos y disfrutar un poco de jazz en los bares, ir a broadwaw.


Caminar por la quinta avenida y decir: wow cumplí mi sueño, mira donde termine. Jajajajaja si algún día escribo una entrada en mi blog mirando por mi ventana de mi departamento en New York me voy a sentir re Sarah Jessica Parker. 
Como dije en mi entrada anterior: lo ultimo que se pierde es la esperanza. 

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