Permanezco cerca de un árbol roto. Sus manos están todas torcidas, el me señala. Fui condenada por las luces. Se acerca hasta a mi para verme, hablo con una voz que rompió el cielo. El dijo, camina por aquí hasta la sombra, te abrigaré entre mis brazos y siempre permaneceré. Déjame llegar, déjame llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario